Mahón DOP curado

Duro, intenso y persistente

6,10 €
250 g.

Leche: cruda de vaca

Cuajo: coagulación enzimática, cuajo tradicional

Maduración: 8-12 meses 

Productor: Nicolás Cardona Quesería Torralba (Menorca, Alaior)

El Queso Torralba curado es el favorito de los paladares selectos, tiene un periodo de maduración de más de 5 meses, que hace posible la obtención de un sabor más evolucionado e intenso que el semicurado, que a veces puede resultar picante. Su color es amarillento en el interior y marrón oscuro en el exterior, tiene una textura firme y un corte rompedizo, debido a su madurez y sequedad.

Elaborado con leche cruda de vaca en el entorno de Alaior y llevado a las cuevas de afinado de Torralba, su singularidad estriba en que no se usa molde para dar forma a las piezas, y sí un trapo que se cierra haciendo un nudo en la parte superior. El trapo facilita el desuerado y ayuda en la creación de la corteza, facilitando también el proceso de prensado al que se somete la pasta. Una vez en las cuevas de afinado, el queso es untado con aceite y pimentón, con el objeto de controlar el desarrollo de la flora fúngica de la corteza.

Los Quesos Torralba son totalmente artesanales y no utilizan moldes en su elaboración, por ese motivo cada uno de ellos puede variar ligeramente en cuanto a medida o peso.

El sabor inigualable de la leche es el fruto de unas vacas sanas criadas en total libertad y alimentadas únicamente en prados seleccionados. Nuestras vacas, mayoritariamente de raza frisona, son ordeñadas diariamente y la leche es transportada a tanques especiales.

Las únicas sustancias añadidas a la leche son el cuajo, los fermentos lácteos, y la sal. Esa sal, es un conservante totalmente natural y es el ingrediente esencial que proporciona al queso su sabor intenso y auténtico.

El “fogasser”, pieza de tela blanca utilizada para cubrir la cuajada, se ata con una cuerda y se coloca debajo una prensa. Este proceso permite que el líquido residual se desprenda y salga al exterior.

El proceso de maduración cumple estrictos controles sanitarios y se realiza en cavas especializadas donde los quesos permanecen encima de los cañizos durante meses. Cada pieza es untada con aceite y pimentón rojo por tal de darle a la piel del queso la elasticidad apropiada.